lunes, 31 de octubre de 2016

CUANDO ALGO MUERE...


 
    Que pasa cuando mueres estando vivo?  Me refiero a lo interno, a lo que nos hace humanos, a lo sensible, creo que es algo un tanto efímero, ya que es cuestión de opiniones y puntos de vista pero esto es más un ensayo, nada personal solo ideas y pensamientos.

Cae el silencio, cierra uno los ojos, mientras los latidos llegan al final después de toda una vida, la respiración se vuelve aire y entonces el último suspiro. Y nos volvemos parte de la tierra inanimada y de algo más, todavía desconocido pero aceptado por muchos, suena un poco cruel y bastante triste, pero es parte de nuestra manera natural de vivir.

Una muerte provoca los sentidos, agobia el alma. Pero yo más bien me refiero al fallecimiento de un sentimiento, de una idea, de una relación o incluso de una visión. Cuando el sentido de algo se empieza a perder, es cuando se esparce, disolviéndose en una incertidumbre no delimitada. Todo posiblemente provocado por una muy débil necesidad por vivir (vivir en el sentido de hacer algo que marque una diferencia, comenzando por la propia vida).

Imaginen por un momento sus últimos momentos en un desierto, el agua escasea, el sol aumenta y los pasos son torpes, la vista tiembla. Ya no hay tentaciones, las tentaciones generalmente vienen en momentos de supuesta “fortaleza”, pero este no es el caso. La fuerza comienza a desaparecer de sus huesos, los músculos tambalean y se pierde la coordinación. Saber dónde está el norte ya no importa, buscar reír o divertirse se vuelve superfluo, porque, definitivamente la vida comienza a desaparecer y el espíritu de vida regresa a su fuente.

Cuando caes al suelo, se cierran tus ojos, tu ultimo anhelo es dejar de sufrir, es desaparecer y volar hacia Dios, este es el consuelo de muchos, verdad o mentira solo lo sabremos cuando nos toque la hora de partir  (Ni una hoja cae al suelo sin el Padre saberlo (teológicamente hablando) y también se afirma que Dios en su infinita sabiduría ya conoce el final de todo ser vivo, sin embargo no deja de ser nuestro, el protagonismo de nuestros actos, sentidos y decisiones.

La inminente muerte nos espera, no dejamos de ser sólo pasajeros, viajeros, turistas del planeta tierra y de todas sus maldades, formas y virtudes. Somos Espíritus extranjeros, almas foráneas que vienen a ser afiladas por ésta orbe, y en la primer muerte (la interna) volver a vivir para crecer y volar, volar de regreso a Él.

Es tiempo de renacer de volver al camino, no sé si mi camino sea el correcto pues lo que es bueno para unos, es malo para otros pero sencillamente hay que volver al camino para bien o para mal, eso, solo el padre tiempo lo decidirá.

Volví, no sé si igual pero volví, por cuanto tiempo no lo sé, solo sé que hay que seguir adelante, solo adelante y luchar por que todo aquello que cargamos se vaya quedando atrás, sí eso es lo primordial así que no hay más, toma fuerzas y continua la recompensa está más adelante.

 

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