Saber Pedir Perdón A Nuestros Hijos.
Este es un tema a la vez muy complejo y muy simple, creo es mas de percepción propia y de madures al saber reconocer que fallamos como padres, como amigos y como humanos por nuestra naturaleza misma.
Yo mismo eh fallado en mas de una ocasión , algunas sin razón otras por la carga de trabajo y la maldita costumbre de llevarnos los problemas del trabajo a casa y los que pagan las consecuencias son ellos nuestros hijos, es por esto que escribo esto para pedir perdón a un ser increíblemente hermosos, que lejos de darme problemas es una bendición, el poder contemplar esos ojos llenos de alegría, emoción es algo indescriptible que solo quien tiene hijos y los ama de verdad me puede entender por eso mi sentimiento es mas grande al pedir perdón, Lía te amo.
Y cómo hacer para corregir errores cometidos sin que el hijo o hija note que se han equivocado. Es decir, cómo hacer para seguir manteniendo la imagen de figura parental perfecta, que nunca falla, que todo lo sabe y lo hace bien pero, a la vez, poder enmendar ciertos actos o actitudes que no fueron beneficiosos para el niño.
Lo más sanador es reconocer abierta y explícitamente el error y así ser consecuentes con los hijos. Para muchos esto es algo que resulta prácticamente inconcebible. ¿Cómo voy a reconocer que me equivoqué frente a mi hijo si soy su modelo a seguir? ¿Cómo voy a mostrarle que soy débil si quiero que se sienta protegido? ¿Cómo voy a corregirlo si le muestro que también fallo algunas veces? Yo creo que el asunto funciona al revés: precisamente porque somos los modelos de nuestros hijos, porque somos las personas en quienes se fijan cuando se proyectan como adultos, es que deben vernos fallar, reconocerlo con humildad y, sobretodo, intentar reparar la equivocación.
No queremos niños frustrados por no poder ser perfectos. Queremos niños felices por lo que son y capaces de integrar aspectos de ellos mismos, tanto los que se consideran positivos como los llamados "negativos". Queremos niños que se equivoquen y que sepan reconocerlo para poder volver a intentarlo. Queremos niños que amen sus propias debilidades y se acojan a ellos mismo como seres humanos imperfectos. Queremos que nuestros hijos sepan (pero de verdad, no sólo a través de palabras vacías) que errar es humano y que saber asumirlo es un acto de valentía y grandeza muchísimo más grande que saber ocultarlo.
Y si los padres no somos capaces de darles el ejemplo, ¿cómo harán nuestros hijos para aprender todo esto? Si intentamos mostrar una imagen falsa de nosotros mismos carente de humanidad ¿cómo les enseñaremos a ser personas humildes y asumir los propios errores?
Si le he gritado a mi hija porque estaba cansado y tuve un pésimo día, si no me he dado cuenta, porque estaba absorto en otras cosas, de lo que necesitaba, si no he sabido escucharla, si no he podido estar cuando debí ser accesible, le pediré perdón todas las veces que sea necesario. Así, ella me mirará como un ser humano ejemplar, uno que se conoce a sí mismo y sus propias fortalezas y debilidades, uno que se cae pero sabe ponerse de pie, uno que sí es un modelo a seguir, pero un modelo alcanzable y cercano, no una especie de ideal que frustra y apenas se puede tocar.
No tengamos miedo de pedir perdón e intentar enmendar nuestros errores. Sé que los niños que tienen padres que saben hacerlo son más felices y se sienten más cercanos a sus figuras parentales que aquéllos cuyos papás procuran mantener frente a ellos una imagen de perfección, eso no ayuda mucho llenémoslos de amor, seamos más humanos y humildes enseñemos mas valores ellos son increíblemente únicos e irrepetibles en nosotros esta hacer de ellos personas con cualidades y por ende destacaran ellos mismos con apoyo de nuestra parte, vuelvo a reiterarte mi más sincera petición de perdón por la falta de tiempo contigo, por los momentos en los que no te escucho ni pongo atención por estar frente a la computadora tratando de resolver el mundo del trabajo, por no darme cuenta que la dicha y felicidad la tengo al lado mio esperando por un abrazo un beso un te quiero, te amo Lía Giselle eres mi razón de ser, mi pedazo de cielo el mejor regalo que Dios me pudo dar en esta vida, me encanta ser tu papá estoy orgulloso de ti y de tus logros que a tu corta edad eres algo maravillosamente impredecible y muy perspicaz , alabo tu talento y ganas de aprender, eso es lo que nos motiva día a día a luchar por tí por que seas lo mas feliz que puedas ser y que disfrutes tu infancia tanto o mas de lo que yo la pude disfrutar, nunca lo olvides.
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